La Vida Bohemia de Aida Parraga



Un fuerte abrazo amigos y amigas, como siempre les deseamos una semana llena de exitos. La franja FIUSAC en Radio Universidad se distingue por llevar tanto a los jovenes universitarios en formacion como al publico en general una programacion variada, formativa, interesante y que aporta mucho mas que entretenimiento a sus vidsa, por eso es CULTURAL Y EDUCATIVA y cumpliendo esta mision, nuestros queridos amigos, la licda Greysi Calderon y el ingeniero Murphy Paiz, decano de la facultad de Ingenieria, se han esmerado en que tanto los temas de ciencia y tecnologia como los de arte y cultura que llegan hasta sus hogares sean de la mas alta calidad, razon por la cual, trabajamos alegremente con el compromiso de presentar artistas excelentes y propuestas innovadoras. Esta semana nos visita de manera virtual una amiga muy querida, desde la hermana republica de El Salvador la artista Aida Parraga compartira sus poemas, su trayectoria teatral y la experiancia de conducir el programa La Bohemia por mas de quince años en la radio universitaria YSUCA  todos los dias martes a las 19:00 horas abiendole un espacio importante de difusion a los artistas de su pais. No se lo pueden perder!! Sera una charla amena y super interesante. Junto a sus amigos Walter Gonzalez y Marlon Francisco, este viernes 14 de amrzo a las 19:00 horas por la Radio Universidad 92.1 FM ideas que suenan.


Para escuchar el programa La Bohemia, fuera de El Salvador



Entrevista a Aida Parraga


Muestra poetica de Aida Parraga (cortesia de poetastrabajando)



Autobiografía


Esa mujer que ves ahí
no tiene nada.
Sus manos no saben de anillos
pero anidan mariposas,
no tiene mas adorno sobre su pecho
que dos enhiestas esmeraldas,
ni más vestido que la cubra
que las huellas que un amante le dejara.
Esa mujer que ves ahí,
anda desde siempre pie descalza,
y no tiene pasaporte,
ni cédula,
ni esperanza,
pero le sobran caminos,
tierras profundas y lejanas,
y aunque no tiene nombre,
los pájaros la llaman.
Esa mujer que ves ahí
no tiene casa…
Y para cama le basta una sonrisa…
Se asoma al mundo por su única ventana
que le confirma que está viva.
Esa mujer que ves ahí no tiene nada
mas que un gran amor en la distancia:
Por el que le brotan mil luceros en el vientre,
por el que se viste de luz,
por el que calla,
por el que las nubes se le incendian,
por el que las noches no se acaban…
Esa mujer que ves ahí
a veces ni siquiera sabe sí en verdad existe…
Y entonces se convierte en frágil yerba
o en ráfaga de viento que asustada
corre a refugiarse en tu palabra


La última


Yo vengo de una especie a punto de extinguirse,
De la espuma salada del océano
De la gota de lluvia suspendida en el aliento de una hoja
Vengo de la hierba dormida por la tarde
De ese lugar perdido en el fondo de la fuente
Del hipo de una estrella
de la pluma distraída de algún ángel
de la soledad primitiva de la tierra
Yo vengo de una especie que nunca bebió sangre
Que llora la tristeza de los suyos
Que cura sus heridas con pétalos de fuego
que sufre el dolor que hay en el mundo
que busca olvidar la vocación por el infierno
Yo vengo de una especie que se asfixia en esta tierra
Que no puede sobrevivir con carne muerta
Que se ahoga en el miedo de su hermano
Que sangra con cada pétalo arrancado
Yo vengo de una especie que se parece al ser humano
Que anda erecta,
Que habla,
Que tiene herramientas,
Que sabe cantar y bailar y hacer poemas,
Pero no arrancamos corazones,
Ni rompemos a mordidas el futuro
Sí, nos parecemos,
Me parezco
Pero confiésome abiertamente
Animal, humilde y solidaria,
Un poco peludita,
Casi vegetariana
Con la nariz fría en noches de sábado
Y las patas calientes los domingos
Me confieso así,
Silvestre y no domada,
Amante en los cuartos de la luna
Con uñas en las garras buscando alguna espalda
Que se deje acariciar,
Que no les tema…
Me reconozco así,
Animal
Humilde y solidaria
A punto de extinguirme…
La última soy de esta especie
Y aquí,
En esta jaula de muerte y de locura
Presa de la sangre derramada
Con el bozal del miedo oprimiendo mis latidos
Nada nunca podrá domesticarme
La última soy,
A punto de extinguirme
Un animal,
Así, humilde y solidaria
Tu espalda
es la tabla de mi único
mandamiento,
la arena en que se hunden
mis manos saladas de deseo,
la tierra que espera
mis arados
y que le llueve a mi semilla.
El calendario de amor
en el que marco mis orgasmos,
la cartilla
en que aprendí a leerte,
mi único recuerdo en las mañanas,
mi más firme asidero del presente.



Metamorfosis
 
Hay días en los que me despierto
convertida en agua:
Toda húmeda,
sin fondo,
habitada por luces,
tocándolo todo.
Días en los que me siento océano
bailando al compás del universo,
haciéndome remolino,
subiendo y bajando mis mareas…
Entonces se me antojan tus manos,
azules cuencos infinitos,
como único recipiente
capaz de contenerme…



Primera promesa de amor

 
Sólo a este hombre
voy a amar así como lo amo.
Sólo a él desearlo,
con este deseo
que se me alborota en la lengua
como panal,
como hormiguero,
como bugambilia escandalosa.
Sólo a este hombre,
que me convierte en vela
cada vez que mi carne
y la suya se aferran,
voy a pensarlo así como lo pienso,
mar vivo
por el que navego
piel,
vela,
mástil milagroso,
la carne vuelta hoguera.
Sólo a este hombre,
que le hace cosquillas
con su risa a mis tristezas,
que escarba con las uñas
cada una de mis cuevas,
voy a decirle “Amor”
con las pestañas…
Voy a ocultarme
en la brevedad de su reflejo.
Sólo a este hombre
voy a amar así como lo amo,
convertida en huracán,
en fuego,
en tormenta,
transformada en brisa,
en estrella,
barca de amplias caderas
meciéndome en el muelle
de sus piernas.


Amor sintiendo


Dónde están mis ganas de decir tu cuerpo
De hablar de tus olores… de tus fuegos
Dónde la necesidad de decirte amor: “te quiero”
Te quiero amor tan dentro.
Donde el contarte que me siento
hogar
Volcán,
ausol,
fuego de invierno
Con solo imaginar tus labios besándome los dedos
Mal digo imaginar…
si tantas beses…
Si tantas beses me has besado hasta el silencio.
Y callada está la aurora:
callada…
callada amor está sintiendo…


Alas

 
Siento la espalda herida
y en lugar de sangrar,
como sangra el cielo abandonado,
a cada roce,
a cada beso,
presiento irme convirtiendo en pájaro…
Y es que esta carne,
que tu lengua descubre viva,
ha decidido sangrar plumas
como sangran soles los ocasos,
como sangra miel la inmortal Granada,
como sangra versos el “polvo enamorado”.




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