Saludos amigos, en esta ocasión, en la sección EN EL TINTERO, les compartimos la base textual de la conferencia "Entre dos Amores: las bases líricas de la ópera" presentada la semana pasada en la FILGUA-FILCEN 2016 y las piezas musicales utilizadas como refuerzo en los tres momentos pivotales de la conferencia, esperamos sea de su agrado y aporte en alguna manera a su conocimiento.
Antecedentes:
Se tomaron como ejes tres momentos musicales:
la obra barroca de Henry Purcell y Nahum Tate Dido and Aeneas y su relación con dos fuentes de la cultura
grecolatina, La Eneida de Virgilio y la
Ilíada de Homero; entre otra amplia selección de
obras barrocas y primeras formas de ópera ya que su papel fundamental en la
construcción de las bases de la música inglesa ha servido de inspiración a
compositores modernos como Benjamin Britten además de ser la primera de estas
obras que toma un mito grecolatino y le da un giro drástico a los signos que comunica,
la historia no se centra en el héroe Aeneas sino hace una introspección musical
y dramática sobre la tragedia de su reina desertada, Dido de Cartago. La obra literaria del Abbé Prévost , Les
aventures de Monsieur De Grieux et de Mademoiselle Manon Lescaut con sus
distintas reinterpretaciones musicales por
dos compositores franceses muy disimiles como Daniel Auber y Jules Massenet
pero aún más insólita la entrega del italiano Giacomo Puccini y por último la
novela The Bride of Lammermoor de Sir Walter Scott, una obra que al igual que Werther
está influida por el imaginario del romanticismo y sus aspiraciones de
alejamiento de lo urbano, la mistificación del destino, la naturaleza, la
culpa, las emociones estridentes y los obstáculos que impiden la plena realización
del amor de pareja, esto sirve de sustento dramático de la ópera Lucia di Lammermoor
de Getano Donizetti y Salvatore Cammarano.
Liminar
Un mismo signo dentro de un sistema, en este
caso la lírica; puede tener más de una realización y múltiples significantes,
como Octavio Paz en su libro La Llama Doble sobre el amor, el sexo y el
erotismo; deja plasmada la íntima relación entre los distintos avatares humanos
y su realización en el arte. Todo aquello que perseguimos, anhelamos y nos da
miedo se materializa en el quehacer humano, productos culturales destinados a
dejar nuestra indeleble huella en el universo. Desde las marcas de manos con
pigmentos en las cuevas, hasta el
montaje del Met de la ópera Turandot, el ser humano ha creado espejos (ya
fieles, ya distorsionados) de lo que nos mantiene despiertos por la noche.
Las formas clásicas del arte designan a la
lírica como la manera de expresar intensos sentimientos o reflexiones hondas
surgidas de una experiencia personal profunda. En Grecia era la poesía
acompañada por el instrumento conocido como lira, el espacio ideal para
compartir hermosos poemas dedicados al amor, la desolación, la muerte y las
esperanzas, desde Píndaro hasta la gran Safo de Lesbos retratan una forma
poética de gran intimismo, sutileza y saudade. La lírica también estaba
presente en los espectáculos menos intimistas, y las grandes tragedias griegas
de Esquilo, Eurípides y Sófocles que acompañaban eventos multitudinarios como
la Olimpíada eran presentados por actores-cantantes con un grupo de corifeos
que expresaban las desventuras de Edipo, Antígona y Electra. Los romanos como
herederos culturales de Grecia llevaron sus conocimientos sobre ciencia,
filosofía y arte a todas las regiones del mundo que estuvieron bajo su dominio
Durante el Renacimiento un grupo de
intelectuales conocidos como la Camerata Fiorentina buscaban renovar los ideales
de la cultura clásica a través del arte, sus ideas calarían profundamente en la
humanidad y todas las ramas del quehacer humano se verían influidas por su
trabajo. Este nuevo despertar de la cultura clásica implicaría que las obras
literarias de los poetas latinos y los trágicos griegos se revisarían para
encontrar fuentes de reinterpretación para aplicarlos al contexto que vivían
los artistas renacentistas. La ópera entendida como “los trabajos” busca ser
una obra de arte integral que sume a las otras formas artísticas en un todo
coherente y absoluto. Danza, música, poesía, teatro, pintura incorporarán a esta nueva expresión
sus mejores elementos para engrandecerla. Desde un principio las bases
argumentales de estas nuevas obras musicales-escénicas tenían sus raíces en la
tradición literaria grecolatina y se sirven de ella como fuente primaria de sus
libretos. Orfeo, Paris y Helena, la Odisea serán temas socorridos por los
primeros compositores de ópera, en este caso escuchamos un fragmento de la joya
barroca Dido y Aeneas de Henry Purcell quien se inspira en la historia de
Virgilio, La Eneida narrando la llegada de Aeneas a Cartago y su relación con
la Reina Dido, para posteriormente
abandonarla y partir a Tebas a fundar la civilización romana. El amor, ya sea por una persona o por la
patria o los ideales de una civilización estará presente por los siguiente
cuatrocientos años de historia de este emprendimiento humano monumental y
hermoso llamado ópera.
Posteriormente los compositores como Handel,
Mozart , Salieri, Cavalli también recurrirán al caudal grecolatino para sus
obras pero , cada vez la atención estará más enfocada en historias más cercanas
a sus respectivas épocas. Mozart toma la historia de Beaumarchais sobre un sirviente muy astuto que logra
enfrentarse a su patrón, un noble libertino y ganarle la partida con su
intelecto. Los climas políticos reflejan un cambio y la ópera muestra como el
arte puede cumplir la función de crítica social. Le Nozze di Fígaro es una de
las historias que ha unido lo literario y lo musical a cabalidad, haciendo del
Fígaro de Beaumarchais un personaje presente hasta el día de hoy en la cultura
popular. Tanto es así de la popularización del personaje que más de un
compositor italiano le darán vida a la historia antecedente a las bodas del
sirviente y tanto Giovanni Paisiello como Gioachino Rossini presentarán un
Barbiere di Siviglia con gran éxito popular, aunque el aplauso final es del
hombre más joven pues su obra está perdurablemente grabada en el imaginario colectivo.
Un compositor con muchas referencias
literarias: Giuseppe Verdi
En este caso de entre los autores italianos
merece una mención especial Giuseppe Verdi pues a lo largo de sus décadas de labor musical, tomó obras
literarias emblemáticas para convertirlas en un drama musical. Aquellas obras
que mejor evidenciaban la dimensión de las pasiones humanas son el vehículo
para Verdi y su música más que un mero “showcase” resulta un verdadero estudio
de la naturaleza humana. Desde
Shakespeare (MacBeth, Otello y Falstaff), Víctor Hugo (Le Roi s’amuse,
la historia de Rigoletto), Dumas (La Traviata);
Schiller (Luisa Miller (Liebe und Kabale), y Don Carlos) hasta los
españoles Antonio García Gutiérrez y Ángel
de Saavedra (Il Trovatore, Simon Boccanegra y La Forza del Destino). Su habilidad
para tomar de estas obras no solo las historias más emocionantes sino también
el retrato más poético de sus personajes lo ha vuelto perdurable en el
imaginario colectivo y aun circulan anécdotas de la celebridad inmediata de sus
melodías entre el pueblo. Eran obras que contenían profunda crítica social,
hermosa música y un enorme caudal poético, lo que las ha convertido en el
referente de la ópera por excelencia en
todo el mundo.
Y hay obras literarias con muchas
reinterpretaciones musicales: La historia de Manon Lescaut
En este caso hemos hablado de un autor que ha
usado muchas obras literarias para su creación operística pero también hay
obras que dan lugar a muchas revisitas de distintos autores para ser llevadas a
los escenarios, en este caso, el Abbé Prévost, creador de una de las novelas
del siglo XVII más populares, las Aventuras de Mr. Des Grieux y Mademoiselle
Manon Lescaut no ha tenido una sino tres distintas presentaciones operísticas a
lo largo del tiempo y las tres en su momento han sido sumamente exitosas. La
historia de esta mujer seducida por la codicia y el lujo que al final se
presenta humilde por las circunstancias tan adversas a las que ha llevado su
vida y reconoce como sus acciones han perdido a todos los que la han amado (no
pide disculpas, sin embargo), fue seleccionada como trama de una ópera por
primera vez por Daniel Auber, posteriormente por Jules Massenet (una de las
obras más celebres del repertorio francés solo superada en popularidad por
Carmen) y cuando el joven Giacomo Puccini estaba buscando un tema para poder
asegurar su presencia en el escenario musical de su época luego de inicios más
bien tibios, escoge esta historia melodramática cargada de romanticismo y
asegura su primer éxito musical genuino (La Bohème vendría después).
De esta obra escucharemos el intermezzo que
ocurre entre el segundo y tercer acto:
“Seguro es que yo la amo, mi pasión es tan
fuerte que me siento la más desafortunada de las criaturas que alguna vez ha
vivido. He intentado todo en Paris por obtener su libertad! He implorado a los
poderosos, he suplicado, rogado a todas las puertas, incluso he recurrido a la
violencia, todo ha sido inútil. Solo un camino me queda: seguirla!! Y la sigo a
donde vaya, así sea al fin del mundo!”
La intertextualidad.
Y a veces, en los casos más interesantes, lo
literario y lo operístico se entrecruzan de maneras muy ingeniosas, algunas
veces se rinden homenajes entre sí, la intertextualidad del arte hace que obras
de distintas ramas y épocas entren en diálogo para deleite del público una vez
conoce estas relaciones intertextuales.
La obra de Sir Walter Scott la Novia de Lammermoor encendió la
imaginación del compositor italiano Gaetano Donizetti, usándola junto con
Salvatore Cammarano para la ópera Lucia
di Lammermoor, siendo de las más populares de su época y una de las más famosas
de su autor, representándose en toda Europa. Dos personajes creados por la
literatura le rinden homenaje a Lucia a través de las narraciones que les dan
vida: El Conde de Montecristo de Dumas la considera una de sus óperas favoritas
y Madame Bovary de Gustave Flaubert llora por el destino de la trágica Lucy
Ashton, comparándolo con el propio. La intertextualidad actual nos permite aún
mayores enlaces entre distintas formas de arte y en el cine hay abundantes
referencias operísticas y literarias como para ameritar otra conferencia más.
Escucharemos de Lucia di Lammermoor no el final pero si la escenas más
climática: Spargi d’amaro pianto la última música que cantaría la desdichada
Lucy antes de morir.
Lucia di Lammermoor Spargi d'amaro pianto
Esperamos les guste el tema de esta semana y volvemos el viernes a la cabina de la Radio Universidad con mas ARTE PARA VIVIR
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